¿Cuántas veces hemos empezado una partida, y al cabo de 3 turnos nos hemos dado cuenta que no podemos ganar?
Sobre todo ocurre en las segundas y terceras partidas. Robas las 7 primeras cartas, echas un vistazo por encima a lo que tienes entre manos, y decides quedártelas. Acto seguido, en cuestión de turnos, mueres vilmente empalado por la horda del oponente, o algo por el estilo. No has cometido ningún error jugando las cartas que tenías en la mano, porque además tampoco has jugado tantas, igual sólo has cometido un ligero error que tan sólo hubiera retardado 1 turno tu encuentro con el traje de madera. ¿Qué ha pasado entonces?Lee el resto pinchando en: Cuestión de números.
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